Causas ocultas y soluciones reales desde
la raíz y con un abordaje integrativo
¿Has probado todas las dietas, contado calorías y hecho ejercicio constantemente, pero sentís que la balanza no se mueve? No estás sola. Muchas personas luchan con la pérdida de peso a pesar de hacer todo “bien”. ¿Y si tu cuerpo en realidad está haciendo lo mejor que puede con lo que sabe?
Considero el peso como un síntoma, no una causa raíz. Cuando el cuerpo está inflamado, estresado, con desequilibrios hormonales o mal nutrido, puede resistirse a perder peso porque está en modo de supervivencia. Aquí exploramos las razones más profundas por las que podrías no estar bajando de peso y qué hacer al respecto.
Una perspectiva más amplia cuando hay condiciones relacionadas con el sobrepeso u obesidad
Más allá de las calorías y el cardio
La pérdida de peso no siempre es cuestión de fuerza de voluntad. A menudo, tu cuerpo te está protegiendo de desequilibrios más profundos. Nuestro metabolismo está influenciado por cientos de variables: desde la salud intestinal y el sueño, hasta el estrés emocional y las toxinas ambientales.
El viejo paradigma ya no es suficiente
El enfoque de «comer menos y moverse más» no toma en cuenta la disfunción hormonal, la carga tóxica, la deficiencia de nutrientes o el mal funcionamiento mitocondrial. Por eso es tan importante dejar de culparnos por no lograr lo que parece tan sencillo en teoría, pero que en la práctica es muy distinto.
Causas ocultas comunes de retención de peso
1. Desequilibrios hormonales
– Disfunción tiroidea (especialmente T3 libre baja) que ralentiza el metabolismo.
– Dominancia de estrógeno, que favorece el almacenamiento de grasa en caderas y muslos.
– Baja progesterona, que puede causar retención de líquidos, ansiedad y dificultad para dormir.
Caso clínico anónimo: Laura, 42 años, presentaba fatiga crónica, insomnio y aumento de peso inexplicable. Sus estudios mostraron T3 libre baja, cortisol nocturno elevado y dominancia estrogénica. Con apoyo nutricional específico, ejercicio suave y manejo del estrés, perdió 5 kg en tres meses sin necesidad de dieta restrictiva.
2. Resistencia a la insulina
La insulina elevada de forma crónica promueve el almacenamiento de grasa y bloquea su descomposición. Esto se observa incluso en personas con glucosa en ayunas normal pero insulina en ayunas o HOMA-IR elevados.
Caso clínico anónimo: Mauricio, 38 años, hacía ejercicio y cuidaba su alimentación, pero no bajaba de peso. Su insulina en ayunas era de 18 (idealmente debería estar por debajo de 7). Se implementó una dieta baja en carbohidratos, se incorporó ejercicio de fuerza tres veces por semana y se recomendó inositol. En 10 semanas redujo 8 cm de cintura.
3. Inflamación crónica
Niveles elevados de calprotectina, proteína C reactiva (PCR) o zonulina pueden indicar inflamación subyacente, especialmente intestinal. Esta inflamación interfiere con las rutas metabólicas y el sistema inmunológico.
Caso clínico anónimo: Camila, 33 años, sufría distensión abdominal y fatiga. Su GI-MAP reveló zonulina elevada, disbiosis intestinal y baja diversidad bacteriana. Se le indicó dieta antiinflamatoria, probióticos y tratamiento para mejorar su barrera intestinal. En dos meses mejoró su energía, digestión y bajó 4 kg sin esfuerzo.
4. Deficiencias nutricionales
La falta de micronutrientes como magnesio, zinc, hierro, vitamina D y B12 puede interferir con el metabolismo, la producción de energía y la función hormonal. Una persona puede comer “bien” y aún tener deficiencias si su digestión no es óptima o si sus requerimientos están aumentados.
Caso clínico anónimo: Irene, 46 años, se alimentaba de manera saludable, pero tenía fatiga constante y estancamiento en la pérdida de peso. Las pruebas revelaron baja vitamina D y magnesio. Con suplementación, exposición solar diaria y una alimentación más variada, recuperó su energía y redujo su porcentaje de grasa corporal.
5. Disbiosis intestinal
– El sobrecrecimiento de bacterias como Citrobacter, Klebsiella o Proteus puede generar inflamación crónica y antojos intensos.
– Bajos niveles de Akkermansia muciniphila, una bacteria asociada con salud metabólica, se han relacionado con obesidad, inflamación y dificultad para perder peso.
Caso clínico anónimo: Diana, 45 años, tenía sobrepeso, prediabetes y estreñimiento crónico. Su prueba funcional mostró niveles bajos de Akkermansia. Se aplicó una estrategia de alimentación rica en polifenoles, ayuno suave y prebióticos. A los 4 meses había mejorado su digestión y perdido 6 kg.
6. Cortisol y estrés
Una curva de cortisol en saliva permite identificar si el patrón diario de esta hormona está alterado. El cortisol elevado por la noche interfiere con el sueño, eleva el apetito por azúcar y favorece el almacenamiento de grasa visceral.
Caso clínico anónimo: Ana, 40 años, dormía mal y tenía antojos nocturnos. Su curva de cortisol mostraba picos nocturnos y caída matutina. Se implementaron adaptógenos, rutina de sueño, reducción de pantallas y mindfulness. En 12 semanas, mejoró su descanso, redujo ansiedad y perdió 3 kg sin dieta.
7. Carga tóxica y disrupción hormonal
Compuestos como plásticos, pesticidas y metales pesados pueden interferir con nuestras hormonas. Muchos actúan como “xenoestrógenos” que imitan el estrógeno natural, contribuyendo al desequilibrio. Si las vías hepáticas de detoxificación están lentas o sobrecargadas, estos compuestos se acumulan.
Caso clínico anónimo: Verónica, 39 años, tenía migrañas, acné adulto y dificultad para bajar de peso. Se encontró carga elevada de ftalatos y mercurio. Con un plan nutricional rico en crucíferas, glutatión, NAC y cambios en productos cosméticos, logró disminuir su carga tóxica y recuperar su equilibrio hormonal.
PRUEBAS RECOMENDADAS
Para identificar la causa raíz de forma más precisa, estas son algunas herramientas diagnósticas que pueden ser útiles:
– Panel tiroideo completo (TSH, T3 libre, T4 libre, T3 reversa, anticuerpos)
– Insulina en ayunas y HOMA-IR
– PCR ultrasensible y calprotectina fecal
– Zonulina y prueba GI-MAP
– Perfil de cortisol en saliva (4 tomas al día
– Pruebas de micronutrientes (zinc, magnesio, B12, vitamina D)
– Evaluación de toxinas y metales pesados (orina o sangre)
Plan de acción
1. Apoyar la tiroides y las hormonas
– Identifica posibles disfunciones con pruebas adecuadas.
– Evalúa si hay necesidad de apoyo con adaptógenos, nutrientes o tratamientos específicos.
– Considera el impacto del sueño, el estrés y la salud intestinal en el equilibrio hormonal.
2. Regular el azúcar e insulina
– Reduce azúcares añadidos y carbohidratos refinados.
– Prioriza proteína de calidad, fibra y grasas saludables.
– El ejercicio de fuerza puede ser más efectivo que el cardio tradicional en muchos casos.
3. Sanar el intestino
– Incluye prebióticos naturales (alcachofa, plátano verde, linaza), probióticos y mucílagos.
– Aborda sobrecrecimientos o infecciones con acompañamiento profesional.
– Elimina temporalmente alimentos inflamatorios si hay indicios de sensibilidad intestinal.
4. Bajar la inflamación
– Prioriza una dieta antiinflamatoria: sin ultraprocesados, baja en gluten y lácteos si hay sensibilidad.
– Utiliza cúrcuma, omega-3, té verde y otros aliados naturales.
– El sueño profundo y el descanso son antiinflamatorios poderosos.
5. Apoyar la desintoxicación natural del cuerpo
– Aumenta el consumo de vegetales de hojas verdes y crucíferas.
– Hidratación adecuada, sudoración (por ejercicio o sauna) y descanso profundo.
– Suplementos como cardo mariano, glutatión, NAC o ácido alfa lipoico pueden apoyar el proceso si es necesario.
UN CAMBIO DE MENTALIDAD
Perder peso no siempre es el objetivo real. El verdadero objetivo es recuperar tu vitalidad, salud digestiva, energía, claridad mental y conexión con vos misma. El cuerpo responde con equilibrio cuando lo escuchamos y lo apoyamos.
No se trata de hacer más esfuerzo, sino de hacer las preguntas correctas. ¿Qué parte de tu cuerpo está pidiendo ayuda? ¿Qué está intentando proteger? ¿Qué necesita liberar?
¿Lista para abordar tu salud desde la raíz?
¿Qué parte de tu cuerpo está pidiendo ayuda?
¿Qué está intentando proteger?
¿Qué necesita liberar?
¿Lista para abordar tu salud desde la raíz?
Si te sentís identificada con estos casos o reconocés varios de estos síntomas en vos, quizás ha llegado el momento de trabajar de forma más profunda, respetuosa y efectiva. No es necesario vivir frustrada con tu cuerpo. El sobrepeso no es un enemigo, es un mensaje. Escucharlo puede ser el primer paso hacia un cambio verdadero.
Escazú | Consultas presenciales y virtuales
WhatsApp: +506 8349-8673
Correo electrónico: drasalaschang@eucalipto.cr
Dra. Rebeca Salas
Eucalipto Functional Awake


0 comentarios